Hoy no es un adiós, sino un hasta luego.
Se cierra para mí una etapa muy especial en el Centro Universitario de la Guardia Civil, un lugar que no solo ha sido un espacio de enseñanza, sino sobre todo un espacio de crecimiento personal y profesional.
Aquí he tenido el privilegio de compartir conocimientos, pero también —y sobre todo— de aprender de cada uno de vosotros, compañeros, alumnos y amigos. La verdad sea dicha: me llevo mucho más de lo que he podido ofrecer.
Cada clase, cada conversación, cada reto compartido ha dejado una huella en mí que guardo con enorme gratitud.
He aprendido de vuestra entrega, de vuestra vocación y del sentido de responsabilidad que se respira en cada rincón de este Centro.
Son valores que llevaré conmigo allá donde vaya, y que me seguirán acompañando en los nuevos caminos que se abren.
Hoy me despido de esta etapa, pero no cierro la puerta.
Porque los vínculos que se forjan en lugares como este no entienden de despedidas definitivas.
Nos volveremos a encontrar, en nuevos proyectos, en nuevas colaboraciones, o simplemente compartiendo el recuerdo de todo lo vivido.
Gracias de corazón a todos los que habéis formado parte de este viaje.
Nos vemos más adelante.
